Con la llegada del verano es necesario hidratar nuestro cuerpo correctamente para evitar las posibles deshidrataciones producidas por el calor.Diariamente, eliminamos aproximadamente dos litros y medio de agua por concepto de respiración, transpiración, orina y heces. A la vez, requerimos suplir esta pérdida obteniendo más agua, a través de la ingesta
de líquidos, alimentos o del mismo organismo.
Nuestro cuerpo está formado está formado
principalmente por agua (en torno al 60 %). El no beber la cantidad suficiente
de líquidos (todavía más en verano) provoca una serie de malestares,
indicándonos con ello que el agua que les estamos suministrando no es la
suficiente.
Algunos de los síntomas provocados por leves estados de deshidratación son:
- Dolor de cabeza.
- Fatiga.
- Cambios de humor.
- Calambres.
- Dolores musculares.
Por otra parte, beber la cantidad suficiente de agua nos reporta una serie de beneficios. Entre los más representativos destacan:
1.- Piel más sana, limpia y sin arrugas.
2.- Poder saciante.
3.- Ayuda a eliminar toxinas.
4.- Es un gran diurético.
5.- Mejora el rendimiento físico.
6.- Eficaz contra el estreñimiento.
7.- Ayuda a regular la temperatura corporal.