- Mejora la circulación sanguínea, de esa manera todos los nutrientes pueden llegar de manera eficiente a cada célula del cuerpo y evitarás problemas derivados de una mala circulación como hinchazón de piernas, varices, etc.
- Los riesgos de padecer trastornos cardíacos disminuyen con la actividad física, el sistema cardiovascular se fortalece.
- Los músculos se irán tonificando, otorgando una figura más atractiva a quien lo practique.
- Notarás que tienes más energía y resistencia.
- Te protege contra la diabetes.
- Ayuda a disminuir el colesterol malo y la presión arterial.
- Quemarás calorías ayudando al descenso de peso, perderás grasa y ganarás musculatura.
- Eliminarás líquidos extra de tu organismo.
- Tus huesos, ligamentos, tendones y articulaciones se mantendrán más sanos y resistentes.
- El sistema digestivo podrá trabajar de mejor manera. ES muy beneficioso caminar para combatir el estreñimiento.
- Ayuda a liberarte del estrés.
- Mejorarás tu respiración, el aire de tus pulmones se renovará.
- Al realizar ejercicios se liberan endorfinas, la hormona de la felicidad. Te sentirás entusiasmado y más feliz.
- Evitarás la depresión y el insomnio.
Es necesario que utilices la vestimenta y calzado adecuado para la caminata y no olvides acompañarte de agua cada vez que realices ejercicios. En cuanto a la vestimenta debe ayudar a que tu cuerpo pueda traspirar normalmente, ten en cuenta que mediante la transpiración la temperatura corporal se regula mientras realices actividad física.
Es importante también que sepas que la llamada vuelta a la calma luego del ejercicio debe ser paulatina y lenta, no debes parar bruscamente, sino ir aminorando la velocidad de tus pasos para llegar suavemente al estado de reposo. Una vez terminada tu rutina acuérdate siempre de volver a elongar los músculos como lo hiciste al principio, el límite siempre debe ser el dolor, nunca estires un músculo más allá de sus posibilidades si no quieres lesionarte.